Finalmente pudimos volver al dolmen, sembramos las flores y los cantos en la altura, al amparo de las hermanas hayas… Felices de haber podido cumplir el domingo pasado con nuestra humilde parte. El Cielo por delante, la Tarea continúa… Ya tenéis disponible en la sección de «Aralar», la crónica gráfica de la ceremonia del 2022.
Veinticuatro años remontando la montaña sagrada, reuniendo nuestras manos y corazones, nuestras oraciones y flores, aunando nuestros anhelos por un mundo de paz y hermandad.
Veinticuatro años junto a las hayas y sus nuevos brotes, consagrando el abrazo pendiente con los hermanos erguidos del reino vegetal, con los devas y elementales del bosque y del lugar…
Veinticuatro años intentando retomar un legado sagrado, continuar un linaje, sostener un canto; agradeciendo a nuestros antepasados su susurro, su eco…
Veinticuatro años afirmando que el camino es el compartir y el cooperar y que la dicha de nuestros días son nuestros espíritus unidos…
¡Acércate…! El bosque, los devas, los antepasados, el futuro, nosotros aquí y ahora… te estábamos esperando. Ongi etorria!!!
Este año centraremos la ceremonia en la consecución de la paz para Ucrania.